Ser
Desde que escribí el post referente a la metáfora del puzzle varias cosas me han estado dando vuelta (para variar), principalmente por los comentarios dejados.
¿Por qué tener claro lo que uno quiere ser en el futuro o el rumbo que uno tiene que tener? ¿Acaso las celebres palabras…… Caminante no hay camino, se hace camino al andar…… no dicen nada?
Desde que uno nace se le van inculcando modelos de vida, protocolos, valores, tradiciones, principios, etc.; estos sin embargo varían drásticamente entre las diversas culturas del mundo. A modo de ejemplo: solo el 35% de las personas del mundo celebran el año nuevo la noche del 31 de Diciembre, otras culturas diferentes a las nuestras lo hacen en otras fechas….
¿Por qué un Jeque Árabe que tenga más de una esposa se va a ir al infierno según nuestras “tradiciones”, cuando para él es “como debe” ser?
En la mayoría de los casos uno es educado a “ver” y “escuchar” en el exterior (fuera de uno, de su ser) los “modelos” de vida a seguir…. Ahí uno ve que es bueno y que es malo…..
Al final terminamos tratando de armar un puzzle que no encaja con lo que uno quiere armar, con lo que tiene dentro de uno. El desgaste es tremendo, tarde o temprano, pese que uno sea el mejor dentro del “modelo” que está desarrollando, el clamor desde su interior se hará oír: déjenme ser.
Cerca de nosotros tenemos los más variados ejemplos, es fácil identificar a aquellas personas que viven para mantener una imagen que se alimenta de “condiciones” externas para ser valorada, los que arman un puzzle ajeno; tambien es fácil encontrar personas en las cuales solo con mirarlas llegas a su interior, reflejan su ser interno en su manera de ser externa.
Es cierto que el ser… el espíritu de uno no miente, sin embargo hay que saber escucharlo para poder entender y conocer su verdad. Este es el gran desafío, escucharse a uno mismo, ser uno mismo. Solo así no tendrás necesidad de cuestionarte si eres feliz, si estás en el rumbo correcto o si lo estas haciendo bien, ya que lo sentirás y dudas no habrán.
¿Por qué tener claro lo que uno quiere ser en el futuro o el rumbo que uno tiene que tener? ¿Acaso las celebres palabras…… Caminante no hay camino, se hace camino al andar…… no dicen nada?
Desde que uno nace se le van inculcando modelos de vida, protocolos, valores, tradiciones, principios, etc.; estos sin embargo varían drásticamente entre las diversas culturas del mundo. A modo de ejemplo: solo el 35% de las personas del mundo celebran el año nuevo la noche del 31 de Diciembre, otras culturas diferentes a las nuestras lo hacen en otras fechas….
¿Por qué un Jeque Árabe que tenga más de una esposa se va a ir al infierno según nuestras “tradiciones”, cuando para él es “como debe” ser?
En la mayoría de los casos uno es educado a “ver” y “escuchar” en el exterior (fuera de uno, de su ser) los “modelos” de vida a seguir…. Ahí uno ve que es bueno y que es malo…..
Al final terminamos tratando de armar un puzzle que no encaja con lo que uno quiere armar, con lo que tiene dentro de uno. El desgaste es tremendo, tarde o temprano, pese que uno sea el mejor dentro del “modelo” que está desarrollando, el clamor desde su interior se hará oír: déjenme ser.
Cerca de nosotros tenemos los más variados ejemplos, es fácil identificar a aquellas personas que viven para mantener una imagen que se alimenta de “condiciones” externas para ser valorada, los que arman un puzzle ajeno; tambien es fácil encontrar personas en las cuales solo con mirarlas llegas a su interior, reflejan su ser interno en su manera de ser externa.
Es cierto que el ser… el espíritu de uno no miente, sin embargo hay que saber escucharlo para poder entender y conocer su verdad. Este es el gran desafío, escucharse a uno mismo, ser uno mismo. Solo así no tendrás necesidad de cuestionarte si eres feliz, si estás en el rumbo correcto o si lo estas haciendo bien, ya que lo sentirás y dudas no habrán.